El Astilbe es una planta que prefiere los climas frescos y húmedos, por lo que es ideal para lugares con sombra parcial o total. Florece en verano, generalmente en junio o julio, aunque esto puede variar según la especie.
La floración del Astilbe es muy llamativa y consiste en espigas que pueden medir hasta un metro de altura, con pequeñas flores que van desde el blanco hasta el rojo intenso. Las flores son muy duraderas y pueden durar entre 4 y 6 semanas.
Para asegurar una buena floración, es importante plantar el Astilbe en un lugar que tenga suficiente humedad y sombra, ya que el exceso de sol puede quemar las hojas y estropear la flores. Además, es importante proporcionarle un suelo rico en nutrientes y mantenerlo ligeramente húmedo en todo momento, sin encharcamientos.
El Astilbe puede ser propagado por división de raíces en otoño o primavera, y es una planta resistente y de bajo mantenimiento una vez establecida. Recuerda que, aunque una vez que se haya acabado la floración de tu Astilbe puedes recortar las espigas florales para mantener su estética, también se pueden dejar las espigas secas para que añadan un toque rústico y natural a tu jardín.